4:23:33

4:00 AM y ya es definitivo, no podré seguir durmiendo. Los nervios hacen que me de vuelta en la cama de un lado para otro, es cosa de esperar y suena la alarma a las 5:00 AM. Salto de la cama como nunca (en la semana se necesita una grua). Voy a la cocina a prepararme la tasa de café y la tostada con miel, la última recarga de energía para la mañana.
Se me pasa por la cabeza la duda, podré terminar la carrera esta vez?? No he entrenado bien y la semana anterior estuve resfriado. Durante la semana en el último intento desesperado por afirmar la autoconfianza, porque de entrenamiento no servía de nada, había recorrido la subida matta-grecia-vespucio y había cachado que la pendiente se dejaba sentir. Mi suerte estaba echada, a morir. Es la primera vez que haré la maratón de Santiago y me doy cuenta que a esta carrera no se le puede perder el respeto, aun cuando ya había corrido la maratón del pacífico en diciembre pasado.
Vamos que se puede! Vamos que se puede! Me repito y me repito, mientras me preparo el desayuno… todo preparado.
Para mentalizarme pongo el comienzo de Cars… I’m speed! I’m speed! con la banda sonora de Sherryl Crowl, una niñería pero efectiva.
Tamos, la pasada a los pits al baño para alivianar… ahora todos los tallarines están en las piernas, listos para moverlas. Bañito, y a ponerse el equipo con esa sensación sólo comparable cuando uno se ponía el uniforme el primer día de clases, o el terno para el examen de grado, o cuando uno se viste cuando se va a casar. Como que sólo ponerse los calcetines es un ritual, que queden bien si arrugas, cualquier cosa puede significar la aparición de las temidas ampollas. La polera? No sé, se ve después cuando sepa que temperatura va a hacer. Llevo 3, ahí veré.
6:30 AM y me pasan a buscar… el beso para mis amores, en un rato más las veré en la ruta y será como energía directa al cuerpo para continuar. Por ahora las dejo dormir un ratito.
7:10 AM estacionamos y decido polera oficial y me llevo las raciones de power gel para los momentos claves.
Tiempo estimado de carrera…
programado: 4:17 hrs
sueño oculto: bajar las 3:59 hrs de Valpo,
para la posteridad: 3:50 hrs,
para evitar la humillación: menos de 4:30 hrs.
Realista: llegar.
Llegamos a la Alameda y a pesar que el año pasado ya había sido masivo, este año el evento tiene un aire especial, carteles que cubren todo el Ministerio de Educación, la Moneda al frente y un sistema de corrales a la altura de las grandes capitales del mundo.
Vamos calentando, trotando despacito unos 15 min, elongando… hay que cuidar la rodilla… al bañelli. Trotecito por la plaza de la constitución, veo a Meléndez calentando… irá a ganarla otra vez? (ganó el año anterior y ganó la de Viña, un guardia de seguridad que corre como bestia, todo puede pasar, otra vez trajeron kenianos)
7:50 AM y al corral… al primero, al de los que van por los 42K, ahí el color rojo de la polera oficial no es la dominante, la mayoría usa sus poleras archiprobadas, las zapatillas son pro, no cualquier bototo para jugar a la pelota, no… en este corral hay gente de edad, jóvenes, no tan jóvenes, de todo, pero todos ansiosos, todos moviéndose un poco, preguntando al de al lado como le fue en la anterior, cuanto quiere hacer esta vez, y vamos que se puede, vamos lento, pero seguro… todos por más, todos con la convicción última de querer vencer su propio tiempo.
7:55 AM baño… sobre hidratado, no conozco la dosis de hidratación previa justa todavía.
8:00 AM y se escucha por los parlantes la voz del record mundial de maratón, nadie pesca mucho, todos quieren correr y habrá que esperar 15 minutos más!!
Entretanto veo que llega mi amor con mi hijita y me vienen a dar el último ánimo antes de la partida, un besito para ellas y volvemos cuando falta poco para la partida.
8:20 AM pum! cañonazo y partimos mierda!!!!! VAMOS QUE SE PUEDE!!! Sólo hay que volver al punto de partida. La partida siempre es más rápida de lo que uno piensa, pulsaciones cerca de 180, imposible bajar, mucha adrenalina, pasan más rápido los que corren los 21K, yo trato de concentrarme en los primeros K para ir al paso que me corresponde, cerca de 6 min/K y no más de 170 ppm.
Se siente en el aire que va a hacer calor, hay solcito otoñal, pero se siente que en Grecia va a pegar fuerte. No importa, ahí se verá. Vamos por Av. España, pasan muchos muy rápido, entremedio pasa el chico Pablo (maratonista en Baires, 21K esta vez, del Atlético Stgo), rápido y me desea suerte, pasa el hermano de Juanpi, Cristian, como cañón, se da media vuelta me saluda y lo pierdo de vista. No importa, concentrado trato de mantener mi propio paso. Rondizzoni, primeros 5K, primer puesto de agua, es un caos, pero tomo igual y cacho que tengo ganas de orinar, por la flauta, me las aguanto hasta el final!
Llegamos a Matta y empieza la famosa subida hasta Padre Hurtado, vamos que se puede!, no importa, primera meta: llegar a Gracia/Salvador a los 10K y al Pilucho del Nacional donde nos separamos de los de 21K. Entremedio un flaco me dice, vamos muy rápido a 5:30 min/K, va por sus primer 21K y está asombrado de ir como tuna. Apura el paso y se pierde, después lo paso… el falco quiere terminar.
Llegamos al Pilucho, 11K en 59 min, bien! Voy como reloj, ahora a mantener el paso… veo a un muchacho que se mete a uno de los paraderos de Grecia y le da un beso y un abrazo a su abuelo que lo espera, nos miramos con otro corredor y comentamos que eso es casi mejor que agua… se empieza a sentir el calor en Grecia, la meta es clara: si llego a Bilbao/Padre Hurtado, entonces termino la carrera, es así de simple, de ahí en adelante será por el orgullo.
Vespucio se hace desagradable, muchos autos y humo, bocinazos, reclamos de la gente: “tengo que ir a trabajar, dejeme pasar”. A esa altura todavía hay un grupo que impide que los autos pasen al menos de a uno. Vespucio con Tobalaba: 18K primer power gel para preparar la subida, es como un impulso, las piernas se van solitas... Veo a la Pía Mena que no me reconoce, le grito y nos damos las manos unos segundos, bakán.
Vespucio frente a Los Grillos y está la Sofi con un cartel, la Joha y el pequeño Dante en su coche, y mi amor me da un besito a la pasá, con esa inyección quedé listo para la subida… VAMOS QUE SE PUEDE mierda! Bilbao… es como un espejo de concreto a las 10:30 AM, Intercomunal La Reina y ya llego, estoy frente al Jumbo, sólo 500 m, y estamos en el 22K, para mi el primer tercio de una maratón. Padre Hurtado por la cota y me pasa René… cincuenta y tantos, corriendo como tuna, sabía que había entrenado fuerte durante todo el verano, su objetivo bajar las 4:00 hrs, le doy ánimos y le grito que vaya por las 4 y lo pierdo de vista. Escucho en una radio que ha llegado a la Moneda el ganador de la Maratón, al parecer en menos de 2:18 hrs, tiempo para clasificar a los Juegos Olímpicos… ídolo!
Alcanzo a René después en Rotonda Atenas, comentamos que hace mucho calor y que está pesada la carrera, vamos juntos por algunos momentos y me dice que siga no más. Lo dejo atrás con la sensación que ninguno de los dos bajará las 4.
Manquehue… la meta ahora es otra, llegar a la mitad de la maratón… los famoso 30K. Siento hace rato como que me va a dar un calambre en la pierna izquierda, a veces lo ignoro, otras le hago caso y bajo el ritmo… hidratarse y platanito más adelante… mientras no me dé no existe.
Manquehue con Apoquindo… shuuuuuu lo había olvidado bajo nivel!!! Ta madre, bajadita… y luego subir apretando los dientes, veo corredores que hacen la subida caminando, me niego, aunque sea a pasitos cortos la hago trotando, llego arriba… vamos que se puede!!! Yyyyy! Metros más allá se repite en Kennedy! Vamos otra vez.
Frente a la Clinica Alemana un grupo de corredores comienza a gritar “la guagua, la guagua!”, se abre una ventana de la clínica y una señora en pijama se asoma y levanta a su recién nacido, todos los que vamos pasando la aplaudimos.
Rotonda Irene Frei y vamos por la última subida, 29K, para llegar la rotonda Lo Curro por fin, el famoso 30K, “el muro”, “la bruja”… la mitad de la maratón. Veo que hay mucha gente al comienzo de Escribá de Balaguer. Veo al costado gente que regala completos!!!! Y muchos niños y padres cuicos con poleras blancas que le hacen un homenaje a no se quien… se cruzan en el camino, se cruzan bicicletas… no tengo fuerzas para estar diciendole a nadie que se corra. Voy concentrado, tratando de hacerle el quite a tanto sacogüea que salió de la nada, cuando de repente a parece mi señora!!! Había logrado llegar arriba, y esta vez me da un pedacito de platano, aguita y un beso, excelente, que felicidad, más allá mi hija y la Joha que me dice “Vamos Flaco, super bien!”, le pregunto a la Diana cuanto llevo, ya que no tengo cronómetro: “vai super bien, justo en los tiempos que dijiste” mesh! Y yo que me sentía tan cagado! Un flaco al lado dice llevamos 3:10 y estoy en el 31K. Reseteo el reloj para ver cuanto me demoro en los últimos 11K.
Me da como un aire y logro apurar el paso, pero dura poco, llegar a la Pérez Zujovic se hace difícil y además hay que pelear para obtener agua en el 35K.
Entre el 35K y el 39K, se da una sensación de irrealidad, la sensación de ir dando la pena, me dolían los riñones y músculos que uno no sabe que tiene, veía tipos tirados en la calle acalambrados, gente con carteles, la gente te grita: “vamos campeones”, “vamos flaco, te pasaste”, “te queda poco” y ahí como que a uno le baja una especie de rabia, porque mentalmente uno se va diciendo “queda poco, queda poco, del 37 al 42 hay sólo 5K, los primeros 5K los hice como nada”, pero los últimos 5K son una eternidad, son más de 30 min!!! Y uno sólo quiere que esto termine, poder ver la meta y decir, llegué!!!! Y viene una persona con toda la buena onda y energía a decirte: “dale te queda poquito” y te dan ganas de agarrarlo a patadas!
40K Plaza Italia, los sacogüeas se han tomado el agua, ya casi no hay, camino unos metros tomado el último vaso, ahora sólo recorrer la Alameda, aquella que se abriría para que corriera el hombre libre, la misma que va llena de micros en la semana, la misma que voy aplanando a las 12:15 PM paso a paso, con la convicción de que voy a llegar, que es cosa de unos minutos, se empieza a escuchar la bulla, la música, veo otros corredores, todos con el último aire y como que llega el último delta de energía para aparecer digno en la foto.
Se escucha que va a comenzar la premiación, está lleno de corredores de otras distancias o que han llegado antes y que se pasean, elongan y se hidratan, son pocos los que se dan cuenta que aun siguen llegando corredores y seguirán por un buen rato más.
Alameda con Moneda, últimos 50 m, busco a mi familia al costado, están ahí mi señora, mi hija Sofi Sofi, mi cuñada personal trainer y mi sobrinito, les lanzo un beso para ellos y recorro feliz los últimos 5 m de los 42.195 m de mi maratón, en 4 hrs, 23 minutos y 33 segundos.
Vamos que se puede!