La muerte debe ser uno de los dolores más raros de los que uno puede experimentar. Derechamente yo le hago el quite, casi como al Tue Tue.
Es raro porque de un momento a otro ya no está la persona o ser que uno quiere, pero más raro que viene con fuerza en un momento muy posterior a la muerte misma, viene cuando uno está de cumpleaños y ya no llega el mismo beso.
Y es raro porque también es un dolor como calientito, porque al acordarse uno mantiene vivo aquel ser y vence aquello que parece inespuganble.
Esta
película da un vistazo a uno de los peores dolores y donde escuché este tema que cada tanto me hace recordar, entre otros, a mi abuela.