Mi camino hacia la aceptación
Si alguien quiere experimentar una experiencia mesiánica, entonces debe asistir a una de estas sesiones. Me recordó un libro de García Márquez en el cual había un curandero tan mágico que tenía que agrupar a los cientos de personas que le solicitaban ayuda: "Los parapléjicos a este lado, los con problemas sexuales a este otro"(cuál era?)
Independiente de lo anterior, me quedo con la paz y amor que transmite su discurso (media novedad, hace 2006 años habia un loco hablando de lo mismo, pero en el desierto). Con su humor, humildad e infinito respeto a la diversidad y a las historias de cada cual.
Y sobre todo, me quedo con la oportunidad de ver a un loco lindo que nos recuerda que el amor es la esencia de uno mismo, de nosotros y nuestro mundo.
Si uno junta a todos los viejos de esa generación, hay sabiduría por montón.
Para recordar a otro grande, va una definición que Maturana hace del amor:
"Amor es aceptar al otro como un legítimo otro en la diferencia bajo la premisa del respeto mutuo"
Les dejo este tema, que mencioné en los primeros post de este blog (uf! todo se conecta con todo!) y que me hace mucho sentido con lo que significa el aprendizaje.
La aceptación como estado debe ser un largo camino, pero algún día hay que dar el primer paso.